domingo, 10 de septiembre de 2017

Reunión de señoras

Todos los días a la misma hora, como un ritual, primero el mantel, porcelana francesa, exquisiteces varias marcaban la hora del té. Exactamente a las cinco de la tarde, llegaban una a una cinco señoras, hacía más de diez años, una a una se sentaban a la mesa y sin hablar una palabra tomaban el té.
Hasta que sucedió lo inesperado, la más anciana no se presentó a la cita. Se miraron asombradas las cuatro restantes y comenzaron a hablar y reír sin parar.


Ana María Caillet Bois

0 comentarios:

Publicar un comentario