sábado, 21 de septiembre de 2013

EL PRINCIPE AZUL

—Si yo fuera tu marido no podría mirar a otra —Y sus brazos rodearon mi cuello.

—Si yo fuera tu marido te adoraría de día y te amaría de noche —Y sus labios me besaron.

—Si yo fuera tu marido daría consuelo, y no reproches, a tus llantos — Y sus manos me desnudaron.

Ese era el amor que ofrecía a Eva.

Y a Julia.

Y a María.



DavidRubio

REFLEXIÓN

Quizás lleve demasiado tiempo parada, demasiado tiempo sin ver ni oír.

O tal vez me haya quedado sola, busco dentro de mí, pero no me encuentro y quiero salir de donde quiera que esté.

Trato de imaginarme en otro mundo, pero como no conozco ninguno, solo puedo tratar de crearlo expresamente para mí.

Al final me reconozco, reflejada en el espejo de mi habitación, las cicatrices interiores no se ven y me quedo mucho más tranquila no quisiera ir por ahí expuesta a todos.

Me doy cuenta al cabo de unas horas que no estoy sola, salgo al salón y le veo dormido como un bebé, tumbado, con la baba colgando y con la mano en el paquete, me relajo respiro hondo y me pongo a su lado, este es mi mundo y aquí quiero quedarme.

Cierro los ojos y a los pocos minutos estoy babeando igual que lo hace él.

rosa i.y

jueves, 19 de septiembre de 2013

A tí Luna mía, te enseño el culo

Hoy estás de suerte Luna mía, o no, te enseño el culo, te canonizo memoria del Mundo -y mi culo también- no es ni mucho menos burla o desprecio Luna mía, te enseño el culo Luna llena, por que dicen que da suerte -imagina como me va- Luna, Luna amor mío. Hoy mi culo es noticia para mi y la Luna también, blanquecino culo, sin granos, ni rojeces -me he mirado- más pareces un culo sin vida ¡Qué palidez! -me dice- Nunca hasta hoy miré mi culo, ¡Oh Luna! bendice tan parecido, el mío, contigo. Tú que mueves mareas, yo que atormento los cielos ¡Simbiosis! dirían algunos, yo lo llamo amor, amor. Te quiero mi pedorra, ah no, ese soy yo. He adelgazado cariño, tengo el culo como por tener, en éstos versos me avergüenza cagar.¡Joder! con lo bien que hueles, que mal te trato, pero te quiero Luna llena mía, -no denuncies a mi ingrato culo- soy tu culo, nalgas y ano. ¡Acaso tuviste alguno! No me elegiste en éste absurdo versar, lo sé, presto me voy preso por enseñar el culo a la Luna llena anaranjada,¡Toc, toc! llaman a la puerta Luna, te dejo. ¿Qué quiere usted, ertzaintza de los cojones? ¡Pero mire como a puesto al Mundo y la Razón, pedorro de mierda! Cálmese usted agente, y hablemos de primave.

Ramón María

VOYEUSE

Estimado vecino:

Hace tres semanas, mientras me vestía tras tomar una ducha, usted tuvo a bien observarme desde su ventana, la que se encuentra en frente de la de mi cuarto, a la par que introducía su mano en los pantalones del pijama. Dado que ni yo cerré mis cortinas ni usted se retiró a una intimidad más propia de la actividad a la que se dedicaba en aquellos momentos, estuve esperando una semana por ver si recibiría de su parte algún tipo de compensación por el placer que supongo obtuvo en aquellas circunstancias, cosa que usted como yo sabe que no ocurrió.

Le escribo esta nota con el fin de que tenga una explicación de lo que puede observar desde hace algunos días en mi ventana. He instalado unos cristales que para usted son un espejo pero para mi son completamente transparentes. Ha sido caro, desde luego, pero su actitud lo merece; tengo entendido que los onanistas disfrutan contemplándose en el espejo mientras se dedican a sus trabajos manuales, a sí que no dude en aprovecharlo. Entre tanto, no se olvide que puede que yo lo esté contemplando, así que haga el favor de afinar sus actividades.

Aquí se despide su, a partir de ahora, "voyeuse" particular.

Alfonso Blanco

Quiere y no puede

Acudió a hacerse la foto de carné para renovar su pasaporte convencido de que, por su recién adquirida condición de vampiro, ningún objetivo lograría captarle.

Se sentó ceremonioso en el taburete, pero sin querer dar pistas sobre lo que iba a ocurrir. El fotógrafo empezaría a hacerse preguntas justo después de disparar y comprobar en el visor de la cámara que no había imagen alguna de aquel individuo. Entonces, solo entonces, quizá le mostraría sus colmillos e inyectaría de sangre su mirada.

-Incorpórese un poco más, por favor. Un, dos, tres... ¡Disparo!

No sonó ningún clic, no parpadeó ningún flash ni se produjo efecto alguno. "¡Caray! No había imaginado que mi poder vampírico fuera tan espectacular", pensó.

-¡Menudas fotos voy a sacar así!- dijo el fotógrafo antes de quitar la tapa del objetivo. -Ahora sí, sonría.

X

miércoles, 18 de septiembre de 2013

BEATUS ILLE (Siglo XXI)

(Posible discurso pronunciado en Davos)

“Dichoso aquél que lejos de las hipotecas,

como la antigua raza de los hombres,

dedica su tiempo a trabajar su herencia,

libre de toda deuda,

y no se despierta con el toque de móvil amenazador,

ni tiene miedo a los ataques del Banco,

evita la fiesta y los soberbios palacios

de los políticos poderosos.”

Mientras Botín, usurero,

estas cosas relata,

mediado el mes, recoge su dinero,

y de ser rústico trata;

mas luego, a las kalendas,

lo vuelve a dar a usura sobre prendas.



Fernando da Casa de Cantos

martes, 17 de septiembre de 2013

Frank o Tirador

El fracaso a veces conduce a intrusas decisiones en el orden que la razón pretende imponer. Ante la pérdida de sus expectativas presentes y futuras -las pasadas se extraviaron entre calamidades- Frank Guddey se transformó en francotirador. Francisco Buendía, oriundo de México, mudó su nombre y apellido al inglés de la mejor manera que supo. Su experiencia con las armas se reducía a la vil muerte de algunos pajarillos con un rústico tirachinas en su infancia. Adquirió un rifle de asalto y una generosa dosis de munición con la facilidad de quien compra una lata de conserva; siguió las instrucciones para cargar el arma y ni siquiera intentó probar su eficacia. Se dirigió hacia el primer centro comercial que encontró y desde su propio coche apuntó y disparó a bulto hacia la maraña de personas que entraban o salían. El retroceso del rifle desplazó violentamente su cuerpo hasta el asiento del ocupante y todo el cargador se vació dentro del vehículo no quedando indemne un solo cristal de ventanilla. Frank, con su rostro desfigurado por el pánico y el hombro dolorido, salió con las manos en alto esperando que alguien esposara sus muñecas.

country49

Llegó el final

Una sirena resquebraja la noche portuaria, mientras,  los viajeros se acomodan.
El barco, cual torre de babel tendida sobre las aguas,  parte hacia oriente; tres mil personas agitan sus pañuelos despidiéndose de su vida cotidiana.
Acunados por el vaivén del mar; nobles y villanos, prohombres y gusanos comparten destino mientras mueven patosos las caderas en clase de bailes caribeños. El sol les uniforma con un elegante color dorado que todos lucirán, cual medalla, a su vuelta.
En cada  puerto, el barco vomita su preciosa carga volviendo a engullirlos al caer la tarde.
El periplo concluye en mismo lugar en que empezó y entre prisas y sonrisas se produce la diáspora.
Cuando la sirena del barco vuelva a resquebrajar  la noche y parta con otra remesa humana, nuestros amigos, ataviados con corbatas, buzos, delantales o uniformes, regresaran a su vida, conscientes de que llegó el final, por una semana se olvidó que “cada uno es cada cual”.

desasosegada



SUPERPODERES

Los superpoderes existen.

*

Hay que tener superpoderes para aguantar la estupidez ajena. Para soportar la propia no son necesarios porque nacemos con una estúpida ceguera que nos impide calibrarla.

*

Hay que tener superpoderes femeninos para llevar un velo cuya obligación inventó un hombre y que otros hombres controlan que lleves, pero sobre todo para llevarlo con orgullo, con gracia y con una sonrisa en los labios.

*

Hay que tener superpoderes vitales para sobreponerse a ser un lisiado toda la vida por culpa de un aparato que uno de esos países que supuestamente promueven la paz ha vendido a tu propio país, incapaz de fabricarlo aunque muy capaz de utilizarlo.

*

Hay que tener superpoderes transigentes para soportar que te mientan en la cara mientras piensan que eres un imbécil que desea escuchar mentiras que sólo se han inventado para hacer negocio contigo.

*

Hay que tener superpoderes para aguantar a Dios.

Alfons o Blanco

Peligro Peatón

“Buenos días, mi nombre es Ángel y soy peatón en proceso de rehabilitación”.

“¡Hola Ángel! ¡Todos somos peatones!”, corearon para hacerlo sentir uno más.

-Hace ya casi diez días que he dejado de caminar por la ciudad –continuó-.

Sólo doy los pasos imprescindibles y sólo, si hay razones suficientes. Me he jurado no volver a cruzar una vía, no era consciente de que había desarrollado una adicción perniciosa.

De paso, he dejado también de matar, no he vuelto a empujar a nadie desde el bordillo a la calzada aprovechando el tráfico denso y rápido de las madrugadas.

http://montesinadas.blogspot.com.es/

Montesinadas

lunes, 16 de septiembre de 2013

Hoy te he visto pasar.

Hoy te vi pasar por mi camino talado

entre desengaños, traiciones, olvido y pesares

Por haberte amado tanto, por tu amar falto

hoy te encontré llorando, lamentando tus errores

Hoy te he visto suspirar, oír replicar los tambores

de angustia recluida en la oscuridad de tu gozo

En el pozo de mi orgullo deseé verte reflejado

en mi sentir rasgado por la soga de tus acciones

Por haberte amado tanto, por tu amar falto

hoy te vi pasar tímido por mi camino talado.

Loli Lopesino.

TROMPAS

Hace milenios los elefantes eran pequeños, no tenían trompa ni colmillos y comían arbustos. Tantos comieron que solo quedaron árboles. La naturaleza, que siempre respetó su glotonería, los hizo crecer y les proporcionó colmillos para poder arrancar los árboles a cuyas hojas no alcanzaban.

Andando el tiempo una epidemia de tristeza abatió a la mayoría de ellos. La naturaleza investigó cuál podría ser la causa; cuando supo que los colmillos les impedían besarse hizo crecer su nariz con el fin de que se pudieran acariciar.

Alfonso Blanco

En mí, solo tu mirada, difícil dicotomía.

Hollé el arenal sintiendo el frío en cada caduca pisada que dejaba -yo, nací huella efímera- y Tú mi mar que todo de mí te llevas ¿Por qué así me maltratas? Escribo de tí, de tu brisa, del nacer aire y mezclarte con mi sangre, Tú, mi mar que todo te doy ¿Por qué, así me maltratas? queda lejos la luna y sé que sois tal, ¡Oh! mar, mi mar, cuánto de mujer te inventas. Te hablo desde éste mirarte lejanía, justo al borde del tiempo sin nombre. Yo te amo ¡oh! mar mi mar, si a cada ola yo voy, y muero. Ya no bajaré a los arenales, te escucho luna ¡Qué lejana estás!, tanto como mi vida. En mí, solo tu mirada, difícil dicotomía.

Ramón María