..La espero junto al acantilado. Había comprado rosas frescas, para suavizar el encuentro. Contemplo en silencio como se acercaba. Su larga falda, y aquel inconfundible mantón le aligeraba el alma, sin saber por qué. - Como hemos envejecido ¿ eh, dulce niña? la susurro después de un instante. Ambos guardaron silencio, aún persistía aquel sentimiento embriagador que siempre le había envuelto. - Creí que habías muerto, todos estos años...La guerra, le dijo ella con un visible esfuerzo para no llorar. -Ahora estamos juntos, contesto el...Se miraron en silencio, buscando un ápice del pasado en su arrugadas caras. Por un momento, le pareció verla con su blanco vestido de satén, su pelo negro azabache y aquella sonrisa que iluminaba el jardín. Era un día esplendido, con un cielo azulado y aroma a jazmines. ¿ Me permites? Pregunto Nicolás mientras su mano se acercaba a la de ella ...Después, empezaron a caminar con la agilidad de dos adolescentes. Risas entrecortadas por intensas miradas, fueron acompañándolos hasta el pueblo. ¡Ha vuelto ! Nicolás ha vuelto se escuchaba en las aceras. -Ellos, ajenos a todo siguieron paseándose, parando el reloj del tiempo. Desde ese preciso instante, comenzaron sus entrecortadas vidas
Matrixtilla
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