sábado, 23 de marzo de 2013

Mecanismos de una crisis

El adelanto horario provocó una reestructuración de la primavera y, en cascada, el recorte del verano, la deslocalización del otoño y la jubilación forzosa del invierno. Como resultado, las plantas enloquecieron, haciéndose todas carnívoras y acabando, por fin, con la humanidad.



Era una santa

La tía Narcisa era una santa, eso no lo discutía nadie. Un ser bondadoso y apacible hasta decir basta. Pero una cosa es ser una santa en sentido figurado y otra cosa es que en las fotos su cabeza apareciese siempre rodeada de un halo, como los santos de verdad. Las fotos de la tía Narcisa parecían cuadros de Fray Angélico. Los más descreídos de la familia siempre encontraban un pretexto: que si un efecto de contraluz, que si el crepúsculo… Cuando nos congregamos en torno a su lecho de muerte hasta se habían cruzado apuestas. Al exhalar su último aliento, todos contuvimos el nuestro. Cuando empezó a elevarse sobre la cama entre acordes de pífanos y coros de serafines hubo quien se desmayó y otros caímos de rodillas. Con excepción del tío Gerardo, el ludópata de la familia, que tirando de mi manga susurró discretamente: “Toma, tus doscientos euros”. El Manco del Espanto



La Vida...

Tu mundo mágico es compartido, por todos los que soñamos en nuevos y mejorados mundos. Sí amiga, tendemos los humanos a cierta bipolaridad en los sentimientos...a veces somos nada, otras todo. La vida es extraña, hermosa y dura...claro que varía la condición y circunstancia de cada individuo. La existencia se compone de etapas, épocas y movimientos, que desencadena en resultados terribles: hambre, guerras, miserias…y otras tantas en solidaridad, pasiones, descubrimientos, arte, humanidad…

kim Bertran Canut

La espera

El francotirador esperó la noche en la azotea, antes o después tendrían que acostarse, pero el objetivo estaba avisado. La guerra terminó. Los vencidos entregaron las armas, los vencedores lo celebraron. Una bala perdida cruzó la calle y encontró por fin la frente de su objetivo.

El preso de Cratos

viernes, 22 de marzo de 2013

La Sebastiana

Un enorme y caótico poblado chabolista engulle las 42 colinas de la ciudad, precarias edificaciones que trepan hacia las cimas de los cerros en desesperados y desordenados intentos de escapar a toda costa del océano, maquillada su desesperación por vivos colores, en asombrosa prestigiditación de luz y felicidad aparentes. Ciudad de techos de latón oxidado, paredes de pintura desconchada y graffiti: "En mi barrio no hay arios" (ritmo quizá mejorable mediante una simple transposición: "No hay arios / en mi barrio". Cosas de arios). En medio de este mar de miseria colorista que esconde pobreza y tensión social, casas de verdad flotan aquí y allá, destacando con extemporáneas elegancia o coquetería. La Sebastiana: expresión de ese inmoral rebozo y retozo del rico, inmerso en un entorno mísero del que sólo quiso saber que estaba ahí para mostrarles a los invitados de sus incontables fiestas: Aquí me tienen, rodeado de pobreza; cómo me divierto, cómo les diviert o nadando en medio de ella. Exhibicionista, excelso e inmortal. Neftalí Ricardo Reyes Basoalto: Para sus vecinos, Don Pablo.



OTRA FORMA DE MORIR

Fue cuando me miró brevemente, en el momento en que me disponía a colocarle la capucha que debía cubrirle la cabeza. Supe, lo vi en sus ojos, sin el menor resquicio de duda, que aquél hombre era inocente. Accioné la palanca que liberaba la trampilla y escuché el golpe sordo del cuerpo al tensar bruscamente la cuerda y el crujido seco e inconfundible de las vértebras al quebrarse. Para eso me pagan. www.palabrascompartidas.com

Esteban Francos Manresa

jueves, 21 de marzo de 2013

42 colinas

Cementerio número 1, en la cima del Cerro Panteón, sitiado por la miseria. Desde sus tumbas y panteones, con la muda compañía de vírgenes, ángeles alados y cruces de piedra arenisca, centenares de emigrantes valencianos, catalanes, asturianos, alemanes, ingleses, italianos, contemplan eternamente la bahía de Valparaíso y, más allá, la inmensidad del océano Pacífico. Muertos y enterrados tan lejos de sus lugares de origen. ¿Quién les visitará? ¿Quién limpiará sus losas y las adornará con flores frescas? Dejo de pensar en ellos, en mí, en nosotros, emigrantes desterrados en tierras lejanas. Valparaíso me provoca una extraña tristeza. Regreso rápidamente a Santiago, antes de que caiga el sol y la menguante y pérfida luz crepuscular inicie una metamorfosis de la realidad que acabe por engañar a mis sentidos.



miércoles, 20 de marzo de 2013

Humo del asfalto

El reverendo sermonea al viento y le cuenta al oído los motivos para crear una tierra donde sembrar la semilla hallada y perfeccionar el amor a los demás, fructificar los sentimientos…que las aguas se apacigüen… ¡que bello mensaje! Instituir a partir del caos, edificar con el conocimiento de la frustración de la civilización muerta. -Recordad los fallos de nuestros ancestros y aprended de ello… Rezaba el predicador.

kim Bertran Canut

martes, 19 de marzo de 2013

ÁTAME

Mi abuela solía atarme a la pata de la mesa de la cocina ante la mirada de mi abuelo, no porque yo fuese demasiado inquieto, ni ellos especialmente severos, al contrario. Simplemente conservaban un envidiable ardor juvenil que les hacía retirarse a su alcoba a cualquier hora, y deseaban evitar interrupciones inoportunas. Pero no podían atar mis perspicaces e imaginativos oídos, hasta los que llegaban los fragores de la incruenta batalla. Después mi abuela me llenaba de besos, sin duda para calmar su culpa por someterme a tan injustos arrestos. Por eso ahora me gustan las mujeres mayores y por eso mis maduras amantes tienen que atarme fuertemente. Lo afirma Greta, mi psicoanalista. Pero se jubila mañana y no podremos seguir las investigaciones sobre mi infancia, tan traviesas y extenuantes. No importa, para nuestra última entrevista le tengo preparada una sorpresa. En cuanto me desate del diván, pienso pedirla en matrimonio.

El Manco del Espanto

lunes, 18 de marzo de 2013

SOS?Aquí Tierra enferma.

¿No sería más inteligente evolucionar humanamente…? Destinar nuestro tiempo y economía a que ningún niño quede hambriento. A dar educación, cultura, medicinas y justicia a los pueblos que hoy se hallan bajo el peso de la corrupción…buscar medios para acabar con la marginación en los guetos. Que la tecnología sirva para ayudar, no para destruir y condenar libertades. Que los poderosos den prioridad al cambio climático, a erradicar las miserias, a legalizar la droga y la prostitución para que no haya quién se beneficie y poder controlar y dar asistencia social y médica. A desmantelar las armas…porque esto querrá decir que no existen guerras. Tendríamos que empezar de cero, difícil situación movilizarnos para una nueva era…pero la propuesta queda arraigada en el aire… ¿resulta del todo imposible? -Febrero 2009-

Kim Bertran Canut

COMPULSIÓN OBSESIVA

“Le pasa a mucha gente” me dice convencida mi psicóloga. Sus sesiones me ayudan a estar centrada. Cada lunes cojo el metro desde “Colón” y durante el trayecto hasta su consulta me reconforta pensar que el vagón transporta gente como yo. Estreno un jabón cada mañana; hago pis en un orinal y observo su color; me huelo las manos continuamente; rezo cuando veo algo rojo; guardo mis uñas cortadas en una cajita de plata; pienso en cometer un crimen cuando corto pan; creo en mi mejoría mientras ella tenga su consultorio en la parada “Esperanza”.

Sergi Cambrils

MALA PATA

Elegir a una persona y seguirla en su itinerario era mi mejor pasatiempo. El ritmo hipnótico y extraño de aquellas caderas me llevaron a escogerla para acabar, tras lo andado, pegado a ella en un vagón del Metro. Humanidad enlatada que desea llegar a su destino; aromas de axila y colonia barata. Mi refugio estaba entre sus perfumados cabellos y en el roce sensual otorgado por el traqueteo. El maquinista despistado provocó un violento frenazo y la pisé demasiado fuerte. Iba a disculparme pero ni se inmutó. Cuando vi recolocarse su pierna ortopédica dejé de seguirla

Sergi Cambrils

domingo, 17 de marzo de 2013

MicrorreLATA

Se me abrió el apetito e intenté cerrarlo con unos huevos y una lata de espárragos. Los huevos, los míos, sufrieron lo suyo al utilizar el abre-difícil que toda lata trae de fábrica y una vez consumada la exhumación, el féretro de hojalata y aluminio no contenía espárragos sino unas bolitas que parecían rellenas. Deseché reclamar, por increíble, en el hipermercado donde la adquirí y me dirigí directamente a la web de la empresa que constaba en la etiqueta. Recibí una amable explicación, reconociendo que, efectivamente, entraba dentro de lo posible un error en el enlatado y que lo sentían mucho, añadiendo que recibiría un lote de latas del mismo producto en mi domicilio. Recurrí a la OCU que me devolvió una de las bolitas que adjunté a mi reclamación con un informe favorable para su consumo, añadiendo que incluso sus propiedades eran superiores a las de los espárragos. Decidí probarlas y, la verdad, estaban exquisitas. Desde entonces he comprado más de cincuenta latas de la misma marca pero sólo contienen espárragos y eso me decepciona. Seguiré intentándolo hasta que otro error me devuelva el sabor de esas bolas rellenas que tanto alegraron mi paladar.

country49

Pequeñas Antillas (2ª parte y final)

Satíricos miembros erectos fecundan los violentados vientres que en un dionisiaco futuro albergará los infiernos dantescos del caribe y las áfricas… ¡ay África! Que estás en los cielos (y en EEUU, Madrid, Barcelona, Londres y París). No ha servido de nada la arena depositada en las entradas de los aposentos indígenas, esa popular creencia de que los ángeles caídos, maléficos, rebeldes, pecadores no traspasarán los umbrales sin haber contado uno por uno cada grano de arena… ¿calmar a los espíritus con religión?... ¡OH, Dios! Cuan desafortunados los que yacen sin fe. Bolsillos vacíos, cuartos menguantes…griterío clama desconcierto, reunión de masas, politiqueros parlanchines, brujos, curanderos y tribus de médicos ineptos. Parafernalia danza de la muerte, aguardiente, santeros y sus cultos ruinosos…enfermos ¡joder, si no hay un puto hospital!...corazón, mente, alma, al amanecer duerme el exorcismo y la tormenta amenaza con furia divina…enterrados bajo sus fuegos, los amerindios colonizados lloran, suspiran, oran a las saetas del olvido.

Kim Bertran Canut

Pequeñas Antillas

Plantaciones de cacao, caña de azúcar y oro verde (banana)…tránsito por las calles estrechitas de adoquines infectos, blenorrágico. En la plaza del pescao, Zanba el demonio juega al Kou Kou djèdjè…letras quemadas leídas en papel limón con estupefacción…los almacenes con tejados de aguilón de curaÇao permanecen tapiados con un rito sangriento. En sus puertas coloreadas de ténebre oscuridad, los aires ventean huracanados. Asusta el temblor, el eco indeciso, unánime imagen de recelo. Las aguas altivas de los mares se alzan empuñando lengua asesina que engulle a sus presas, devolviéndola a las fauces de sus orígenes más ancestrales. Antes de la rebelión los fantasmas duppies ofrecen “un petit marronage” a los criollos prietos, blancos o trigueños que bailan y componen músicas con viejos barriles de petróleo, con patas de conejo en las bocas y gallinas descuartizadas. Se mestizan los cacerolas de acero (steel pan) con el soca, raggasoca y calipso…el cimarrón vocifera un papiamento isleño, prenden las hogueras y los poseídos, desnudados por mister Vaudou, enloquecen y gozan de sus flácidas carnes grotescas, pigmentadas de lujuria. Satíricos miembros erec

Kim Bertran Canut

Pensamiento lateral

Basta con retroceder hacia la luna y explorar su lado oscuro.