sábado, 23 de febrero de 2013

miércoles, 20 de febrero de 2013

Dos palabras

Refugiándome de la lluvia otoñal, estudio tu lacónica respuesta a mi nota, el cuidado verbo con que analizas y desmenuzas tus pulsiones, hasta disgregarlas en sus mínimos elementos integrantes, con sintaxis precisa y lógica intachable. Enumeras, ponderas y elogias mis propias emociones, la belleza de mi imperfección, los detallados pros y contras de mi pensamiento lateral. Te escribiría de vuelta. Pero salgo y me empapo de fría lluvia. No necesito refugio: Mi nota contenía dos únicas palabras.

tapia

martes, 19 de febrero de 2013

LUTO

Le daba miedo una abuela dura, práctica y autoritaria, educaba con la alpargata. La única vez que la vió tierna fué al chivarle la de la amiguita lo que las niñas decían: "cuando murieran las yayas se podrían de luto hasta las bragas." . Le dió un plátano a la niña, cosa que no se tenía cada día. Esto también le costó un sopapo, para hacerlo durar se lo comía chupado. Tardó años en comprender el significado. Pasadas tres de sus siete vidas cuando tiene motivos de luto, lleva bragas negras unos días.

arena

Donde tú estás...

Aquella urgencia me obligó salir en plena noche, para más inri, se trataba de un caserón tan alejado y destartalado que a la luz de la luna se me antojó espectral.
La puerta estaba abierta y un anciano yacía en su lecho pálido y sudoroso; aparentemente no había nadie más en la casa.
Le ausculté y viendo su estado, llamé a la ambulancia. Debí marcharme entonces, pero no tuve corazón para dejarle solo, así que me senté a su lado.
El enorme cuadro de la cabecera llamó mi atención; un joven y atractivo soldado me contemplaba sonriente.  Era él, no cabía duda, solo que 40 años más joven, 40 lustros más fuerte, 40 siglos más bello.
“En que extraños monstruos nos convierte el tiempo” pensaba agobiada cuando oí que intentaba hablar, acerqué mi oido a su cara y susurró: “donde estás tú estuve yo, donde yo estoy estarás tú”
El pánico me invadió y salí de la casa dando un portazo,  al día siguiente me contaron que había fallecido y su sentencia resonó aún más clara “donde tu estás…”

desasosegada

lunes, 18 de febrero de 2013

Subsistencia

Río de aguas plácidas, barquitas reposando y nosotros en algún lugar inquietos… ¿por qué no nos instruimos en el arte de vivir…? Es hermoso y sensato hallarse ricamente pobre, sobrevivir con solo lo necesario…ver amaneceres y horizontes, pescar y cazar para comer…plantar tu propio huerto…sentirte libre y disfrutar de las cosas simples y sencillas…Da igual si el instrumento es de viento, cuerda o percusión…lo que interesa es que suene… ya sea rascando caracolas, golpeando piedras y palos, meneando huesos o silbando cañas de bambú…esa armonía que satisface nuestros adormecidos sentidos, despertándolos y entregándolos al cenit sensorial ¡es lo que cuenta, somos la importancia de creernos! Bien, si no hay prisa, sentémonos y contemplemos el reloj parado de la libertad...

Kim Bertran Canut

domingo, 17 de febrero de 2013

Pequeños gestos, grandes conquistas

Se enamoró de ella en el instante mismo en que el tirante de su camiseta resbaló sinuoso por su hombro mostrándole toda su tersa desnudez. Aquel hombro se convirtió en el fetiche secreto de su pasión, a él subía, primero con besos furtivos, después consentidos, para abrirse paso por entre los recovecos de su cuerpo y alma, sabiéndose entonces conquistador y conquistado. Sobre aquel hombro se recostaba para buscar el bálsamo que le hiciera dejar atrás todo lo que de agitado había tenido el día, dejándose hipnotizar por el cadente vaivén de su respiración. En aquel hombro derramó lágrimas de dolor, y en él se apoyó para seguir caminando. Aquel hombro era todo su universo en ella y bastó un simple tirante para alcanzar la felicidad.