miércoles, 9 de octubre de 2013

Lampedusa

Se suceden imágenes capaces de helar mi frente, la oscura boca del día abre sus fauces y de a miles caen astilladas las aves, como pupilas abiertas bajo las aguas que fueron llovidas. Se hace tarde, muy tarde. En las entrañas del mar estaciones repletas de almas esperan el tren a ninguna parte. Cantos de parpados cerrados son ahogados en el abismo sin aire, ni vientos. Se suceden imágenes y silencios ante el inmovilismo de estériles egos, como luz para el ciego. Se nos oscurecen los sueños, como a ellas, como a todos ellos. Silencio. Bajo el Mediterráneo existe un bosque de pensamientos afilados, oscuros árboles cosechan sueños, enraizadas almas claman luz al día que una vez fuera, y nada escapa, nada escapa a la boca de las sombras.

Ramón María Vadillo

2 comentarios:

  1. Has reflejado y recreado con fuerza la tragedia que se ve y la que se esconde tras la evidencia.

    Gracias y saludos.

    Alfonso.

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    1. No existe peor tragedia que relatar la vida Alfonso, Últimamente todo parece sucumbir y me refiero a lo humano, no al fútbol y necedades de esas..en fín. Que estoy mosqueado. gracias por comentar Alfonso, nos leemos.

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