(Posible carta de Iñaki a Cristina)
Tú no indagues, Cristina -vedado está saberlo-
qué fin hayan de darnos a ti y a mí los dioses,
ni consultes los números babilonios. Mejor
aceptar lo que viene, sean muchos inviernos
o éste el último en que Júpiter nos concede
ver cómo el mar Tirreno gasta las tercas rocas.
Sé sabia, sirve el vino y ajusta a un breve espacio
las largas esperanzas. Mientras hablamos huye de
la edad: ¡goza este día! Nada cierto hay mañana.
Fernando da Casa de Cantos
Tú no indagues, Cristina -vedado está saberlo-
qué fin hayan de darnos a ti y a mí los dioses,
ni consultes los números babilonios. Mejor
aceptar lo que viene, sean muchos inviernos
o éste el último en que Júpiter nos concede
ver cómo el mar Tirreno gasta las tercas rocas.
Sé sabia, sirve el vino y ajusta a un breve espacio
las largas esperanzas. Mientras hablamos huye de
la edad: ¡goza este día! Nada cierto hay mañana.
Fernando da Casa de Cantos
Hermosos versos alejandrinos, logrado tono clásico.
ResponderEliminarFelicitaciones y un saludo de El Manco.
Anda, si resulta que eran los versos del mismo Horacio. Claro, como no iba a estar logrado. Ja ja, ehnorabuena, Horacio.
ResponderEliminarEl Manco.
Jajaja, claro, ¡el mérito es de Horacio!
EliminarOtra cosa es que pueda estar de actualidad adaptado a según qué circunstancias.
Ea, pues que Cristina aprecie el sabio consejo. Saludos.
EliminarEl Manco
Bien tirada, poesía...
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Ramón. He descubierto tu Blog a raíz de tu comentario. Maravilloso. Magnífico. Tienes un nuevo admirador.
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