miércoles, 22 de mayo de 2013

Una mujer de suerte.

Soy una mujer con suerte, eso me digo y me repito y le digo y repito a todo el que me quiera escuchar. Si no,  juzguen ustedes mismos.
Soy dueña de una empresa de éxito, tengo un marido impresionante y unos hijos encantadores, mis padres están bien de salud y yo, siempre sento nuevos proyectos en marcha ¿Se puede pedir más?
Bueno… hay alguna cosilla que se podría mejorar, pero nada importante.
Es cierto que duermo fatal,  sobre todo desde que logré echar a mi socio de la empresa. Pero es que se lo tenía merecido por blando.
Mi marido tiene una amante desde hace años pero lo lleva con discreción que es lo que importa. De mis hijos no me puedo quejar, pese a vivir en el extranjero, jamás olvidan llamarme en mi cumpleaños ni en navidad y yo se lo agradezco, porque no soy como mis padres que no hacen otra cosa que quejarse porque no voy a verles. Ya saben las chocheces propias de la edad.
Eso sí, mi empresa va como la seda. Esto  puedo asegurarlo, más que nada,  porque paso allí 12 horas diarias y menos mal !porque para lo que hay que ver por ahí!
En fin lo que les decía; tengo suerte, mucha suerte.
¿0 no?

desasosegada

1 comentario:

  1. Sí señor, es bueno saber ver la botella medio llena, pero vamos, ésta la ve medio llena a rebosar y aún le sobra para llenar otras dos. Es divertido, Marga, aunque pobre mujer.

    El Manco

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