lunes, 1 de abril de 2013

Riesgos de la higiene dental

Hay dos tipos de personas: las que permanecen quedas frente al espejo mientras se cepillan los dientes y las que van de acá para allá con el cepillo en la boca mientras aprovechan para hacer tal o cual cosa. Yo soy de estas últimas. Un día me di de bruces contra el guerrero de terracota tamaño natural del salón, un antojo de nuestras últimas vacaciones, y mira que le insistí en que con él ya éramos demasiados en casa. El golpe me dejó inconsciente durante algunos días, tantos como tardé en cepillar los dientes, incluida seda dental, a todos y cada uno de los guerreros de Xian. Ahora los souvenirs se limitan a postales, calendarios y camisetas de "Alguien estuvo en Pernambuco y se acordó de mí". En cuanto a mí, sigo con mi manía de ir de acá para allá con el cepillo en la boca. Life is too short.



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