sábado, 28 de enero de 2012

Cadencia

Atravieso el vestíbulo, donde discurre suave el tiempo, para encontrarte, el rostro curtido por el sol, los brazos firmes por la tierra, los labios con el exacto calor que tanto añoro. Juntos recorremos los vericuetos que reconocemos sin un ápice de duda, con calma, sin deudas, en momentos eternamente volátiles, encendiendo, a cada curva del consabido camino, fuegos insospechados.

Regreso a mi neblina, a las horas que discurren al compás de tu acunar perdurable.

Tras el vestíbulo del tiempo.

Befana


viernes, 27 de enero de 2012

Oleajes.

Acunada sobre mí misma enciendo la noche, en esta noche, abrazada a una manta beige. Aquella que me sugiere esencias a libaciones de yogures y paseos, a despertares amables y risas cómplices, a ritmos ignotos que ni sé si configuraré en este océano de olas y arrecifes.
Rodeando el cabo de Hornos y sobreviviendo a sus embestidas de mar brava, espero encontrar la playa blanca donde poder tenderme desnuda al sol.
Ese que me nutre. Incluso a mi pesar. Albada

Un broche en la solapa.

En el joyero las baratijas presumían de sus brillos, los pendientes desparejados se miraban intentando acuerdos imposibles y un anillo viudo de una pieza lacada no se repone del atrapamiento entre la pared y la nevera.
Un broche con una pluma proclama su enfado por el maltrato de esta mujer. Cuando Laia descubre que el adhesivo de la identificación de visitante ha lesionado el cuero de su chaqueta, recuerda un broche y se lo pone, sin recordar su alergia hasta que empieza a estornudar.
Albada

El poder de una mariposa

Nació con miedo al mundo.
El médico me aconsejó llevarle al campo y así lo hice. Al llegar se mostró indiferente, pero pronto echó a correr persiguiendo a una mariposa.
Reía incansable e incluso logró tocarla con su dedito tembloroso, ella naturalmente, escapó volando.
Al ver su desconsuelo le enseñé las fotos que acababa de hacer y ante mi estupor, me abrazó sonriente.
Terminó el día y el sueño, él volvió a su autismo y yo a mis intentos por alcanzarle, pero aquel momento aún calienta mi corazón.


desasosegada


jueves, 26 de enero de 2012

EL COPISTA

La vela paría una llama tan prematura que su danza apenas iluminaba algunos centímetros de noche. El monje, bajo la capucha, oliendo el silencio, palpaba el papel y deslizaba la punta de la pluma hasta que ésta se alineaba con las últimas letras escritas. Suspirando, alcanzó el recipiente de barro que trasudaba vino y detuvo su laboriosa tarea de copista. Decidió abandonar. Le parecía diabólica esa obra que trataba sobre un artilugio mecánico que en el futuro haría innecesario su trabajo.

country49


Sueño vital

Tras nuestra noche, despierto sola, envuelta en una bruma impenetrable. Busco tu luz: en la irreconocible densidad sólo adivino el vaporoso reflejo de mis confusos ojos. Rastreo tus susurros: la niebla sólo me devuelve el resonar de mis pasos vacilantes. Mi extravío, desolación y espanto agotan toda mi esperanza y energía. Me vence el sueño.

Y, en sueños, tu etérea presencia me colma y conforta para disipar toda duda, insuflándome nueva vida.

Por mucho que insistan, no volveré a despertar.


El calendario

La regalaron un calendario, que colgó en el lugar mas cálido de su casa. Según pasaron los dias, se percato de que en fechas anteriores...se habían borrado los números y habían sido ocupados, por unas caritas que se ajustaban perfectamente a su estado de animo. Hizo balance, y los dias de tristeza ganaban con diferencia a los de alegría. Inicio una batalla, de cambios de actitud. Cuentan, que todas las mañanas , cuando se despierta; corre ilusionada a ver una sonrisa en sus dias.


Matrixtilla


Una de tiros

Los disparos sisearon y retumbaron estruendosamente, como en las películas antiguas, por lo que dedujo que estaba soñando y, lejos de intentar esquivarlos, se mantuvo inmóvil y tranquilo, pues sabía, a ciencia cierta, que ese no era su verdadero sonido.

Cuando levantaron el cadáver, el forense no supo a qué atribuir esa extraña y plácida sonrisa en su rostro.

Cronopio

Conato de optimismo postmortem

Con asumida tristeza, describía sin pausa sus fracasos vitales, a la lívida luz de haces solares filtrados por el insondable océano, que apenas rompían la oscuridad y el opaco silencio que lo envolvían. Redactaba con parsimonia, haciendo caso omiso del tiempo transcurrido desde el hundimiento de su nave, que había arrastrado hasta el fondo a su tripulación, incluyéndolo a él, el capitán, pasto de ávidos escualos. "Al menos soy nutritivo", borboteó, fantasmagórico, volviendo a su pálida bitácora.

Befana


Nadie escapa...

Abrió la puerta de su casa el 18 de Enero. Feliz, bronceado y con el recuerdo del olor a mar revoloteando por su cabeza. Un mes. Sin reuniones, sin hipocresía, sin deseos de paz a desconocidos. Dejó las maletas en el suelo y pulsó el interruptor de la luz. Ahogó un grito al ver a las tres figuras coronadas frente a él. Lo encontraron al cabo de dos días, la cara morada, asfixiado con polvorones y turrón. Y un papel clavado en su pecho con la punta de una estrella: "Nadie escapa de la Navidad"
Hank66

miércoles, 25 de enero de 2012

Espejismo

El médico de cabecera en su butaca inclinado tenia una expresión parecida, o igual, a la foto de su admirado. Ella, con ojos muy abiertos, mirada fija y taquicardia que le pulsava visiblemente el torax le pidió un electro.

Con una sonrisa hasta las orejas le dijo que lo suyo no era malo,que era sano; creyó que era él quién la había impresionado.

Arena


REFLEJO

El humo se podía cortar en aquel antro, era el nido del hampa en la ciudad, asesinos, policias y furcias convivían a partes iguales. Yo era el pianista, una simple marioneta de espaldas a la sala. Un espejo en frente era mi seguro de vida, en no pocas ocasiones su reflejo había servido para retirarme a tiempo y esquivar algún que otro golpe perdido, era mi informador y confidente. Alguien firmó nuestra sentencia de muerte sustituyendolo por un feo bodegón, resultaba un testigo demasiado incomodo

JESTA


Sin red.

Se alejaba de sus pisadas en un número de escapista confeso. Quiso emular entonces al genio afable de una lámpara, y en un derroche de generosidad se concedió tres deseos, aunque no consiguió consumar el tercero. Por último, y en un alarde de locura, realizó un salto mortal sin red, sin poder comprender cómo quedó capturado por esos ojos sin límites. 

Sólo por esta vez, la única en su vida en la que se había quitado el arnés. Albada

Hielo

Aterido de frío, envuelto en mi mismo, peleo con la noche eterna abrazado a mi soledad. Engaño al tiempo, como cada día desde hace ya tantos, buscando significados ocultos en las nubes, inventando figuras donde sólo hay sombras, jugando a dibujar estelas zigzagueantes en el aire...

De pronto, el leve rumor de unos pasos ahogados me llena de estupor. Sé que ya es imposible, pero, por unos segundos, convivo con la absurda idea de no ser el único habitante de este territorio baldío.

Cronopio

martes, 24 de enero de 2012

Juego, set y voyeur

Esperaba, con una cerveza en la mano, a que ella comenzara el partido. Nunca antes había mostrado interés hacia el tenis pero ahora, como espectador, lo consideraba un deporte muy completo. Su faldita blanca intentaba, sin éxito, ocultar unos muslos que se tensaban a cada golpe y sus pechos se balanceaban como masas de pan aún sin hornear. A medida que los sets se atropellaban, ella desprendía partículas de sudor que embellecían su cuerpo a pinceladas. En ese momento, él pedía otra cerveza.

country49


Te propongo.

Propongo:
- Que llegues de una vez y yo te encuentre.
- Que luzca el sol en un día pleno cuando nos miremos.
- Que oscurezca claro y tibio sobre nuestros cuerpos.
-Que te entregues todo y me recibas igual.
De momento, eso propongo.

lenita


500

Cada día se desperezaban, se atusaban y acudían a su cita. Tras intercambiar breves pareceres sobre el tiempo, la situación económica o la última jornada liguera, tomaban posiciones y trazaban un baile anárquico (unas veces anodino, otras ligeramente chispeante, los más de los días, sólo levemente estructurado). Era un espectáculo, como mínimo, curioso: medio millar de caracteres (y ni uno más), aparentemente desorganizados, iban dando forma, en el pequeño cajón blanco, a un nuevo párrafo.

Cronopio

lunes, 23 de enero de 2012

Desayunos con Gogol

Esa mañana, como tantas otras, se desayunó con Gogol. Antes de llegar al autobús engulló unos cuentos de Poe. En el trayecto hasta el trabajo liquidó una antología poética de Szymborska, y en las pausas café, entre redacciones de informes, se zampó a Murakami. Un ensayo sobre arte, de Todorov, para el trayecto de vuelta, un libro de viajes de Noteboom para el ascensor, "De re coquinaria" para cenar, y para conciliar el sueño, Buzzati. Esa noche, como cada desesperante noche, tampoco logró soñar.

Befana


Historias casi inexistentes

No me gusta la palabra crepúsculo, es demasiado grande.

Por eso sé que lo que ayer compartimos fue simplemente un atardecer, el ocaso de una historia que nació como flor un día.

Nos despedimos con un abrazo que selló nuestros labios. Después nos dirigimos cada uno a su casa, a atender a nuestros hijos y parejas que jamás supondrán que entre amigos, a veces se enmarañan los sentimientos.

Son pequeñas historias que reposan debajo de la vida, historias mínimas que apenas han existido.

desasosegada


Polvo en los bolsillos

He recorrido el mapa de confín a confín. He saboreado el lodo y el hielo de infinitas madrugadas. He nadado en mares, riachuelos y charcas. He cruzado valles, montañas y desfiladeros. He diseccionado caminos y senderos con el bisturí zigzagueante y certero de mis pies. He invertido casi todas las noches de mi vida en intentar tocar las estrellas con la punta de los dedos.

Tal vez haya llegado el momento de tomarme un respiro.

Aunque sepa que ya es demasiado tarde para soñar con regresar.

Cronopio

DONDE MIRAR AL CIELO.

Encorvado, con una mano en el pecho, tratando de evitar la fuga de la vida. Dando pasos vacilantes y "tartamudos". Huyendo de una muerte que ya le poseía, fue calle arriba, apoyándose en las paredes que reconocía confusamente. Buscaba con todo esfuerzo la esquina de discontinuidad, entre los dos edificios que eran pórtico de callejón de penumbra; con hiedras colgantes en los encalados y los bajos muros. Fue escurriéndose pared abajo hasta quedar sentado, con la cabeza ladeada y mirando un azul por destino.

Ortiguense


domingo, 22 de enero de 2012

La reunión

Cuando se bajó del autocar, aún se sentía inquieta. Poco a poco, fueron apareciendo caras conocidas. Marcharon hacia el centro de reunión, escucho el debate sin pestañear, quizá, porque era veterana en esa dura lucha. Después, caminó agarrada del brazo de dos compañeros...Para ella, ese fue le mejor momento de la noche.
Acostada, en aquella pensión, se pregunto ¿Como había podido sobrevivir tantos años, sin esa agradable sensación, que te proporciona el calor humano? No encontró respuestas. La luz de la madrugada, la despertó acariciándola.,el viento desenredo su cabello, el sol penetro en su piel y el manto de la noche volvió a arroparla, habían sido cómplices silenciosos, en aquellos últimos años. Ellos, si sabian...


Matrixtilla


Historias ajenas

El vagón vibraba como la tripa vacía de un búho con piel de lombriz. Era el único pasajero hasta que ella subió, miró al interior y se sentó justo a su lado. Él indagó su imagen atrapada en el cristal de enfrente y distinguió unos rasgos de borrosa belleza. Le pareció que ella buscaba su mirada y por eso mismo la escondió en su cuaderno hasta que uno de los dos bajó. Ese día escribió durante horas sobre briznas de azar y valientes dispuestos a aprehenderlas, es decir, sobre historias ajenas.

Eunuco