Peligro

Tuvieron que llamar a los especialistas en desactivar artefactos peligrosos.
Con sumo cuidado pudieron evitar una explosión que volara la ciudad y quizás mucho más.
Por motivos varios, era tal la presión acumulada en sus coronarias, que tuvo el tiempo justo de llegar a urgencias.

Arena

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Solo era un sueño

Después de la última reunión, la tensión entre ellas era insostenible. Sus ojos se enfrentaron al encontrarse de nuevo. La saludó con el tono más neutro que pudo impostar. No obtuvo respuesta, tan solo una mirada altiva, mientras se retiraba su larga melena. Más tarde, tomando café con el resto del equipo, le dijo:-He soñado contigo-.
-¡No me digas!¿Y cómo ha sido?-.
-¿La verdad? Muy placentero. Te cortaba el pelo, mechón tras mechón.
Las risas se ahogaron cercenadas por el filo de su mirada.

Damadeltablero

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Retrasando el tiempo.

Una montaña blanca con una ermita en la cumbre da sentido al paisaje desde lejos. Está sumida en la soledad y silencio mas profundo.
Un día al año, -o en la vida- el subir allí parece un milagro. En un remolque llegas descompuesto; la salida del Sol desde el horizonte lejano compensa, con la cercanía del cielo y el daño en los pies pisando piedras.
Una gruta profunda, como una cueva, una parte restaurada de la ermita, tres curas con sotana negra cantando en latín te sitúan en la Edad Media.


Arena

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Atila (no)

Comoquiera que se creía en posesión de las verdades ocultas y de una sabiduría a prueba de bombas (de las explosivas y de las otras), decidió tomar el camino de enmedio, y fue impregnando con su pertinaz sequía de ingenio todos los vergeles en que su ego intocable le iba sumergiendo.

Pero, muy a su pesar, la hierba, terca, crecía una y otra vez, a pesar de su empeño por pisarla.

Cronopio

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Caprichoso destino.

... sí, no, sí, trece margaritas desojadas y todas de igual signo. Arrojó una moneda al aire, observó calmoso su tintineo: cruz de nuevo. ¿Azar, mala suerte? El revólver resplandecía reflejando la luz mortecina de la vela. Asió el arma, encajó una bala en el tambor y lo hizo girar caprichosamente. La vida sólo es un juego. Respiró hondo, apretó el gatillo: perdió. Un sonido estridente tatuó sus sesos en la pared. Quedó allí, desleído en un charco de sangre, garabateado en el silencio.

CALEIDOSCOPIO

Blogged with MessageDance using Gmail Reply On Twitter

Lógica aplastante

Las ruinas precedieron al deshielo, el deshielo al temblor, el temblor a las prisas, las prisas a los reencuentros y los reencuentros al sudor.

El sudor dio paso a un silencio explícito que derribó las pocas dudas que quedaban en pie.

Y, obviamente, nos volvimos a decir adiós.

Cronopio

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Recuerdos.

Los recuerdos nunca se van con ella, cuando la luz se apaga.
Dime, ¿tú sabes dónde fueron?
Se quedan en el aire, los recuerdos, cuando la noche llega y la luz se marcha.
Los recuerdos son humo, los recuerdos son ascuas. Dime, ¿tú sabes cómo ardieron?
Pronto, muy de mañana, los recuerdos son solo rocío o, tal vez, escarcha.

Fco. Rodríguez Tejedor/Edqfd

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Descriptivo, es.

Era un chico que no hablaba. Imprevisible en los trayectos, la persona qe le cuidaba le expliaba los tramos por donde pasaban al ir de su casa al Centro de Cuidados.
En el Baix Llobregat hay extensiones de cañas que llegan a la autovía.
Un día tanquilo, relajado, la que lo cuidaba iba callada. El chico dijo LES CANYES, en el lugar de costumbre.
La palabra y la planta adquirieron un significado especial.
Aunque parezca qe no tiene eco lo que decimos y hacemos, nada se lleva el viento

Bis

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Nocturno

Maquillo el insomnio con una colección de imágenes volátiles, extraídas de otros tiempos y otros lugares y colocadas con mimo junto a mi almohada.

Visto la noche con ropajes que tomo prestados de otros días, pasados, vividos, o simplemente soñados cuando aún no era insomne.

Cronopio

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Decoloración

Cuando vio que sus palabras, sus silencios, sus dudas, sus certezas y sus sensaciones adquirían un leve pero inequívoco tono sepia, recogió sus pocos bártulos, hizo un hatillo con sus no demasiados sueños, y partió en busca de un nuevo rincón en que recuperar el pulso y la visión poliédricos, aquellos que, no hace demasiado tiempo, adornaban sus largas noches de insomnio.

Cronopio

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Último vuelo

Tras la inefable deflagración silenciosa, somos
expelidos en espiral hacia aquel agujero situado al fondo.

Parece inevitable que nos absorba y nos arrastre al vacío, por lo que lejos de resistirnos, empleamos nuestras últimas y exiguas fuerzas en tratar de acabar, por fin, de conocernos.

Cronopio

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Primer día

!Qué pesados con el colegio! ¿no ven que no quiero ir?
Pero llegó el día; lloré en la cocina, en el coche y en el patio... pero dió igual, mamá me besó y se fue. ¡Entonces si que berrée con ganas!
Cuando me cansé, saqué el bocadillo y me puse a mordisquearlo pero tuve que guardarlo porque era pronto.
Salimos al recreo pero los columpios estaban llenos.
Me dormí y me riñeron porque tenía que jugar y cuando me puse a jugar resulta que había que dormir.
¡Y encima dicen que tengo que volver mañana!


desasosegada

Blogged with MessageDance using Gmail Reply On Twitter

TRANSFORMACIÓ

El camí de la roqueta, pedregós, costerut, estret, desnivellat, tenia una pedra quadrada a un costat, molt gran i curiosa. Per allà s`anava a uns trossets,amb uns bancals de secar envoltats de ruda, farigola, romaní,alls de bruixa?amb roques grises que feien de mur.

A principis del 2000 el camí de la roqueta ja era una carretereta ampla i de bon circular, una bona part dels bancalets s?havien transformat en un enorme solar amb totes les instal?lacions adients per montar industries y oficines.

Plèyade

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

El señor Pérez

Ávido de aventuras, cogió el rifle, un puño de billetes y salió.

Su ahora diminuta cabeza luce, entre muchas, en la pared de una choza.

josseluiss

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

Quejas

En el metro se iba muy fresquito. Tanto, que algunos pasajeros se quejaron vía móvil a las autoridades, exigiendo una subida de la temperatura. Al producirse esta, los más calurosos hicieron lo propio, reclamando una bajada inmediata. Cuando unos y otros parecían ya conformes, los pasajeros menos sensibles a la temperatura se quejaron a las autoridades por su errático proceder, indicándoles que tuvieran en cuenta que siempre hay gente que se queja de algo, aunque no se sepa muy bien de qué.

J.

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

La puerta de salida

Siempre me dieron pavor los lugares de los que no podía salir sola. Por eso, la posibilidad de dejar la vida por voluntad propia, me producía alivio.
La vida me dio golpes duros, no crean, pero no me quitó las ganas de seguir.
Luego me quedé sola, pero me quedaba futuro.
Luego me falto la salud, pero me aún me defendía.
Y ahora que ya no tengo ganas de seguir, ni futuro, ni me defiendo...resulta que me fallan las fuerzas para quitarme de en medio, !puta vida! otra vez en manos de la providencia.


desasosegada

Blogged with MessageDance using Gmail Reply On Twitter

Escuela

Durante años, acumulé lecciones, temas y fórmulas en los rincones más oscuros de la memoria.

Sin tomarme muy en serio, al menos fingí tomar en serio libros, apuntes y teorías.

Cuando me liberé de horarios asfixiantes, obligaciones lectivas y exhaustivos controles, pude dedicarme, por fin, a aprender un poco.

Cronopio

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter

El último beso

No tuvo fuerzas para negárselo. Él se lo pidió, se lo suplicó, se lo exigió, la barbilla temblando y los ojos empañados. Un último beso. Él recogió su pelo tras la nuca, acariciándola levemente con la yema de los dedos, y ella sintió su boca por última vez pegada a la suya, buscando su lengua con avidez. Por fin, él se retiró y le susurró en el oído:

-Sin ti moriré... y tú también, amor.

Ella permaneció inmóvil, mirándolo fijamente, mientras sentía en su boca el sabor de las almendras amargas.

Hank66

Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter